Francesca Grigenti (ITALIA) – espiritu de libertad, novedad y enriquecimiento

Redacción / scritto da: @francescagrig

Para obtener la maestría en economía y turismo, la Universidad Ca’ Foscari de Venecia (institución donde estudio), requiere una pasantía, y da, la oportunidad de hacerlo en el extranjero.

Estaba segura de que quería ir fuera de mi zona de confort, pero todavía no sabía dónde. Quería eliminar todos mis miedos e incertidumbres y se presentó la oportunidad de ir a Ecuador en una ONG que se ocupa de un proyecto llamado “Mujeres”.

“Viajar sin crear expectativas es lo más saludable. Descubrir paisajes, sabores y personas nuevas es una experiencia totalmente enriquecedora”.

Adquirí el ticket aéreo aún sin darme cuenta que estaba por partir a una aventura diferente, una que más allá de visitar otro país, se convertiría en un viaje de autorrealización.

“Tomé mi cámara, compañera de viaje confiada y me fui”.

Tan pronto como bajé del avión, percibí un olor que ya conocía. Era lo mismo que estaba en Manaos, Brasil, lugar donde viví por un poco de tiempo. Me encontré en un lugar que tenía algo familiar, las casas y las calles, todo me recordaba algo que ya había visto y que de alguna manera ya había experimentado.

Comencé a trabajar en una ONG en Manta, el CISP, fundada en Italia para ejecutar proyectos de desarrollo.

Trabajo con un equipo fantástico, somos una familia, visitamos cada semana las comunidades que son las protagonistas de los proyectos y cada vez que nos acogen y nos dan la bienvenida con una sonrisa y un abrazo, me siento enriquecida y sé que puedo aprender mucho de ellos, como por ejemplo su capacidad de resiliencia que tuvieron después del terremoto de 2016. Ellos viven en diferentes ecosistemas como bosques secos y húmedos, manglares y humedales; lugares hermosos con una diversidad increíble que merece la pena visitar.

Tuve la oportunidad de conocer a personas que me están abriendo a un nuevo mundo, me están dando diferentes visiones de la vida y eso me llena de energía.

En mi tiempo libre voy a la playa, la más cercana es el Murciélago que ahora se ha convertido en mi segundo hogar. Siempre está Jimmy esperándome, lleno de energía y felicidad. Me gusta charlar y escuchar algo de reggaetón con él con un delicioso jugo natural en la mano hecho por Moisés y Estefany. Ellos siempre saben cómo hacerme feliz, en cuanto me ven, sonríen y comienzan a mezclar la fruta, haciéndome saborear en la mejor manera este viaje lejos, aunque no tanto, de mi casa.

Me encanta leer un libro con el sonido de las olas…

que se rompen en las tablas de los surfistas y me gusta quedarme en la arena hasta que el sol desaparezca detrás del mar, dejándose atrás los colores de una puesta que nunca había visto antes, es algo que recomiendo a todos!

Muy a menudo veo basura por la mayoría de plástico en la playa y me pregunto por qué hay tanta contaminación?. Los locales aman su tierra, ¿por qué no cuidarla un poco más? Así que recojo la funda o la botella y la tiro en el contenedor más cercano.

El tiempo pasa rápidamente y el tiempo en Ecuador ha sido un inmenso regalo, una oportunidad de construirme como persona. Una de mis metas es continuar viviendo experiencias con espíritu de libertad, novedad y enriquecimiento, tanto para mí como para quien conozca en este camino suramericano.

Italiano:

Per concludere la maestria di economia e turismo l’università Ca’ Foscari di Venezia, dove ho studiato per 5 anni, richiede un tirocinio e dà la possibilità di farlo all’estero. Ero certa del fatto che avrei voluto farla fuori dalla mia zona confort, ma non sapevo ancora dove. Volevo eliminare tutte le mie paure ed incertezze e si è presentata l’occasione di andare in Ecuador in una ONG che si occupa di un progetto chiamato “Mujeres”. Sono partita senza crearmi troppe aspettative. Non sapevo cosa avrei visto, i sapori che avrei provato e le persone che avrei incontrato. Era un’esperienza del tutto nuova e volevo che fosse una sorpresa tutta da scoprire.

Appena comprato il biglietto non mi rendevo conto del fatto che presto sarei partita e che questo viaggio sarebbe stato non solo un viaggio in un altro Paese, bensì un viaggio alla scoperta di me stessa.

Ho preso la macchina fotografica, fidata compagna di viaggio e sono partita.

Appena scesa dall’aereo sono stata accolta da un odore che avevo già sentito prima, era lo stesso che mi capitava di sentire per le strade di Manaus in Brasile dove ho vissuto per un breve tempo. Mi sono ritrovata in un posto che aveva qualcosa di familiare, le case e le strade, tutto mi ricordava qualcosa che avevo già visto e che avevo in qualche modo già vissuto.

Ho iniziato a lavorare in una ONG qui a Manta, il CISP. Lavoro con un’equipe fantastica, la sento come una famiglia, sto conoscendo le comunità protagoniste dei progetti e ogni volta che andiamo a visitarle e ci accolgono con un sorriso e un abbraccio mi sento arricchita.

Di recente ho conosciuto persone che mi stanno aprendo a strade lavorative, ma soprattutto mi stanno dando diverse visioni della vita, riempiendomi di energia.

Nel tempo libero mi piace andare in spiaggia, la più vicina è il Murciélago il quale ormai è diventata la mia seconda casa. Ad aspettarmi c’è sempre Jimmy carico di energia e felicità, mi piace chiacchierare e ascoltare un po’ di reggaeton con lui tenendo in mano un delicioso succo naturale di Moisés e estefany. Sanno sempre come farmi felice, appena mi vedono mi sorridono e iniziano a frullare la frutta riuscendo a farmi assaporare al meglio questo viaggio lontano, anche se non così tanto, da casa. Amo leggere un libro con il sottofondo delle onde che si rompono sulle tavole dei surfisti e mi piace rimanere buttata sulla sabbia finché il sole sparisce dietro il mare lasciandosi alle spalle i colori di un tramonto che non ho mai visto prima, è una cosa che consiglio a tutti! Ogni tanto vedo volare qualche pezzo di plastica e mi chiedo perché ci sia così tanta contaminazione. Le persone del luogo amano la propria terra, perché non prendersene cura un po’ di più? Allora raccolgo il sacchetto o la bottiglia e lo butto nel cestino più vicino.

Il tempo sta passando in fretta, ma i tre mesi trascorsi fino ad ora sono stati un regalo immenso che mi ha dato la possibilità di riscoprirmi come persona, spero di poter continuare a vivere la mia esperienza in Ecuador con questo spirito di libertà, novità e arricchimento, sia per me che per le persone che incontrerò.

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